Lo que más añoro de todo
no son las pagas del domingo,
ni los dibujos animados,
ni el escondite en el parque.
Lo que más añoro de todo
no es el salto a la piscina,
ni los sudores en la cancha,
ni merendar con margarina.
Lo que más añoro de todo,
lo que realmente echo en falta,
es saber que siempre habrá alguien
con un pañuelo mojado en saliva
dispuesto a limpiar los restos
de desayuno de mis labios.
Tremendo!!! Que grande ese final; Le invito a pasar por mi blog!!
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